Mis Leggins nuevos
Ayer llegaron por correo mis leggins nuevos, hoy los voy a estrenar, son de color rosado y me quedan perfectamente ajustados a mis piernas, me gusta presumir de ellas, son largas, estilizadas y consiguen hacer desviar las miradas de los chicos cuando me ven pasar, explorando mi cuerpo disimuladamente..o no..
Salgo a la calle y voy a la estación, cojo el tren de cercanias que está lleno a estas horas, al momento percibo las miradas, hay un chico delante de mí, lleva una cerveza en la mano que indica que no va a trabajar, seguramente vuelve de alguna fiesta, tiene unos brazos fuertes y el pelo rizado, es atractivo, me mira descaradamente, me pongo nerviosa, pero me excita, con un leve suspiro y una sonrisa intenta ligar conmigo, esta buenísimo pienso yo, mi sexo empieza a arder, el examina mi cuerpo detenidamente y sin ningún tipo de disimulo sus ojos se detienen entre mis piernas, con su rostro de satisfaccion suelta una sonrisa, me incomoda un poco, pero me gusta el juego, se acerca a mí, no se detiene y casi pega su cuerpo al mío, acerca su boca a mi oído y me susurra si estoy caliente, yo algo cortada le digo que un poco y el me responde que un poco no, muchísimo, que una marca en mis leggins denotan que estoy empapada , alertada me separo de el.. ¡¡es cierto!! La zona de mi sexo esta mojada, un color más oscuro que el resto del leggings indica que hay mucha humedad, a el le excita, a mí me incomoda, no me los voy a poner más, le digo a él, le suplicó que no se mueva de donde esta, así quedo oculta de los demás pasajeros y él aprovecha para acercarse más a mí, su olor de hombre me excita, toma mi mano y la coloca encima de su miembro sobre el pantalón, esta durísimo , no quiero ni imaginar como acabaran mis finos leggins que dibujan perfectamente la zona de mi sexo a causa de mis jugos.
El tren para, mi nuevo amigo me agarra de la mano y salimos del vagón dirigiéndonos hacia la playa, casi me arrastra de lo deprisa que va, busca un lugar discreto, hay una especie de caseta o container que nos puede resguardar de las miradas, un par de chicos durmiendo apoyados en ella, estan algo desaliñados con señas de haber pasado una noche de fiesta, nos acomodamos a poco más de dos metros de ellos y mi recién conocido me pone a cuatro patas, sin quitarme los leggins aprieta tan fuerte con su mano a través de la fina tela que consigue romper el pantalón por el cosido de la junta penetrándome con sus dedos que están chapoteando en mi interior, no le reprocho la rotura de mis nuevos leggins, me dejo hacer, estoy exageradamente sumisa y el como un a****l en celo acabara partiendo el pantalón en dos dejando mi sexo depilado y muy mojado al descubierto con un pedazo de tela colgando que podría ser el resto de mis braguitas, sus fuertes manos agarran mi cintura, casi me hace tanto daño como me excita, en este momento no sé diferenciar ambas cosas, empiezo a notar su glande como resbala en mi sexo, pasa por encima sin penetrarme, me gusta, nuestros jugos han convertido mi entrepierna en una pista de patinaje que consigue que mi amante restregué su herramienta por todos mis orificios con enorme facilidad, es una sensación indescriptible, noto por su respiración que él está igual que yo, y empieza a frotar su miembro pegando su cuerpo a mí y colocándolo entre mis nalgas da comienzo a una masturbación sin llegar a penetrarme, este momento dura poco más de un minuto y al momento oigo unos fuertes rugidos, no puede ser, ¿ya se está corriendo? Noto su espesa leche chocar contra mi piel, es más caliente que mis jugos y esa sensaciones estimulante, mi amante cae desplomado a mi lado, yo acostada con el culo en pompa y lleno de líquidos sexuales que hacen brillar mi piel, estoy más cerca de parecer una muñeca hinchable que una respetable ama de casa, estoy exhausta, extenuada, pero decepcionada por lo breve de la experiencia.
Cuando intento reincorporarme, otras manos me agarran la cintura por segunda vez, oigo risas detrás mío, son los dos chicos a los que parece que hemos interrumpido el descanso, no sé exactamente que dicen, hablan en italiano, pero lo que si noto es como me vuelven a penetrar, esta vez me noto más llena, percibo que tiene un buen tamaño, me embiste muy fuerte notando toda la presión de su glande en mi útero, ahora sí que estoy gimiendo fuerte, ahora sí que me están follando de verdad, está abriendo mi interior de forma algo brusca y los chasquidos mojados de nuestros cuerpos cada vez son más fuertes, distingo con dificultad unos bañistas instalándose a lo lejos, pero ya no me corto, mi orgasmo esta a punto de estallar, en el mismo momento que arremete con fuerza su sexo hacia mí, noto su glande llegar a mi final, diría que está trabado en mi útero, tengo la percepción de estar unida a él, empiezo a notar sus espasmos y una sensación extraña invade mi interior, está llenando de semen mis ovarios y lo he notado como pocas veces y mientras mi orgasmo crece mi mano alcanza mi clítoris para rematar el momento, pocas veces en mi vida he tenido un orgasmo tan intenso, sigo tumbada boca abajo con el culo levantado, mi primer amante desplomado a un lado y acto seguido en el inverso cae mi segundo semental, si fuera una batalla yo sería una arma letal, pero ya me quedan pocas fuerzas, mi estómago está poseído por el hormigueo de placer que casi no puedo soportar, y por tercera vez me agarran por la cintura, todavía queda uno, mi sexo lleno de jugos espesos está rojizo y abierto, es difícil no acertar la penetración, entre mis piernas la arena no consigue camuflar los restos de semen que caen de mi sexo, mi tercer invitado decide explorar otro camino, siento como pasea su glande por mi virginal ano y me niego una y otra vez mientras en cada intento hunde un poco más su miembro, centímetro a centímetro sin darme tiempo a reaccionar, con un último empujón, me penetra arrancándome un gran aullido que es escuchado a mucha distancia de donde estoy.
No recuerdo nada más, quede extenuada en el suelo, cuando me desperté, mi primer amante estaba dormido y los dos chicos habían desaparecido y un chico de la limpieza de playas esta a escasos centímetros de mí, una sonrisa de satisfacción invade su rostro, esta mirando mi sexo aun con restos de esperma, me invade la duda de si él también habrá participado.
Algo avergonzada intento recomponer mi ropa con poco éxito debido a lo deteriorada que ha quedado, voy en busca de un taxi que me lleve directamente a casa. Indudablemente esta ha significado para mí la experiencia con más descontrol que he tenido, sinceramente, no creo que la repita nunca, es realmente arriesgado, pero tengo que confesar que disfrute el orgasmo más grande que nunca he tenido en mi vida
Salgo a la calle y voy a la estación, cojo el tren de cercanias que está lleno a estas horas, al momento percibo las miradas, hay un chico delante de mí, lleva una cerveza en la mano que indica que no va a trabajar, seguramente vuelve de alguna fiesta, tiene unos brazos fuertes y el pelo rizado, es atractivo, me mira descaradamente, me pongo nerviosa, pero me excita, con un leve suspiro y una sonrisa intenta ligar conmigo, esta buenísimo pienso yo, mi sexo empieza a arder, el examina mi cuerpo detenidamente y sin ningún tipo de disimulo sus ojos se detienen entre mis piernas, con su rostro de satisfaccion suelta una sonrisa, me incomoda un poco, pero me gusta el juego, se acerca a mí, no se detiene y casi pega su cuerpo al mío, acerca su boca a mi oído y me susurra si estoy caliente, yo algo cortada le digo que un poco y el me responde que un poco no, muchísimo, que una marca en mis leggins denotan que estoy empapada , alertada me separo de el.. ¡¡es cierto!! La zona de mi sexo esta mojada, un color más oscuro que el resto del leggings indica que hay mucha humedad, a el le excita, a mí me incomoda, no me los voy a poner más, le digo a él, le suplicó que no se mueva de donde esta, así quedo oculta de los demás pasajeros y él aprovecha para acercarse más a mí, su olor de hombre me excita, toma mi mano y la coloca encima de su miembro sobre el pantalón, esta durísimo , no quiero ni imaginar como acabaran mis finos leggins que dibujan perfectamente la zona de mi sexo a causa de mis jugos.
El tren para, mi nuevo amigo me agarra de la mano y salimos del vagón dirigiéndonos hacia la playa, casi me arrastra de lo deprisa que va, busca un lugar discreto, hay una especie de caseta o container que nos puede resguardar de las miradas, un par de chicos durmiendo apoyados en ella, estan algo desaliñados con señas de haber pasado una noche de fiesta, nos acomodamos a poco más de dos metros de ellos y mi recién conocido me pone a cuatro patas, sin quitarme los leggins aprieta tan fuerte con su mano a través de la fina tela que consigue romper el pantalón por el cosido de la junta penetrándome con sus dedos que están chapoteando en mi interior, no le reprocho la rotura de mis nuevos leggins, me dejo hacer, estoy exageradamente sumisa y el como un a****l en celo acabara partiendo el pantalón en dos dejando mi sexo depilado y muy mojado al descubierto con un pedazo de tela colgando que podría ser el resto de mis braguitas, sus fuertes manos agarran mi cintura, casi me hace tanto daño como me excita, en este momento no sé diferenciar ambas cosas, empiezo a notar su glande como resbala en mi sexo, pasa por encima sin penetrarme, me gusta, nuestros jugos han convertido mi entrepierna en una pista de patinaje que consigue que mi amante restregué su herramienta por todos mis orificios con enorme facilidad, es una sensación indescriptible, noto por su respiración que él está igual que yo, y empieza a frotar su miembro pegando su cuerpo a mí y colocándolo entre mis nalgas da comienzo a una masturbación sin llegar a penetrarme, este momento dura poco más de un minuto y al momento oigo unos fuertes rugidos, no puede ser, ¿ya se está corriendo? Noto su espesa leche chocar contra mi piel, es más caliente que mis jugos y esa sensaciones estimulante, mi amante cae desplomado a mi lado, yo acostada con el culo en pompa y lleno de líquidos sexuales que hacen brillar mi piel, estoy más cerca de parecer una muñeca hinchable que una respetable ama de casa, estoy exhausta, extenuada, pero decepcionada por lo breve de la experiencia.
Cuando intento reincorporarme, otras manos me agarran la cintura por segunda vez, oigo risas detrás mío, son los dos chicos a los que parece que hemos interrumpido el descanso, no sé exactamente que dicen, hablan en italiano, pero lo que si noto es como me vuelven a penetrar, esta vez me noto más llena, percibo que tiene un buen tamaño, me embiste muy fuerte notando toda la presión de su glande en mi útero, ahora sí que estoy gimiendo fuerte, ahora sí que me están follando de verdad, está abriendo mi interior de forma algo brusca y los chasquidos mojados de nuestros cuerpos cada vez son más fuertes, distingo con dificultad unos bañistas instalándose a lo lejos, pero ya no me corto, mi orgasmo esta a punto de estallar, en el mismo momento que arremete con fuerza su sexo hacia mí, noto su glande llegar a mi final, diría que está trabado en mi útero, tengo la percepción de estar unida a él, empiezo a notar sus espasmos y una sensación extraña invade mi interior, está llenando de semen mis ovarios y lo he notado como pocas veces y mientras mi orgasmo crece mi mano alcanza mi clítoris para rematar el momento, pocas veces en mi vida he tenido un orgasmo tan intenso, sigo tumbada boca abajo con el culo levantado, mi primer amante desplomado a un lado y acto seguido en el inverso cae mi segundo semental, si fuera una batalla yo sería una arma letal, pero ya me quedan pocas fuerzas, mi estómago está poseído por el hormigueo de placer que casi no puedo soportar, y por tercera vez me agarran por la cintura, todavía queda uno, mi sexo lleno de jugos espesos está rojizo y abierto, es difícil no acertar la penetración, entre mis piernas la arena no consigue camuflar los restos de semen que caen de mi sexo, mi tercer invitado decide explorar otro camino, siento como pasea su glande por mi virginal ano y me niego una y otra vez mientras en cada intento hunde un poco más su miembro, centímetro a centímetro sin darme tiempo a reaccionar, con un último empujón, me penetra arrancándome un gran aullido que es escuchado a mucha distancia de donde estoy.
No recuerdo nada más, quede extenuada en el suelo, cuando me desperté, mi primer amante estaba dormido y los dos chicos habían desaparecido y un chico de la limpieza de playas esta a escasos centímetros de mí, una sonrisa de satisfacción invade su rostro, esta mirando mi sexo aun con restos de esperma, me invade la duda de si él también habrá participado.
Algo avergonzada intento recomponer mi ropa con poco éxito debido a lo deteriorada que ha quedado, voy en busca de un taxi que me lleve directamente a casa. Indudablemente esta ha significado para mí la experiencia con más descontrol que he tenido, sinceramente, no creo que la repita nunca, es realmente arriesgado, pero tengo que confesar que disfrute el orgasmo más grande que nunca he tenido en mi vida
vor 2 Jahren