Mi novio y yo estamos de humor para el bondage de nuevo. Él sabe de mis inclinaciones y me ata a la cama con mis brazos y piernas. Me acuesto completamente desnuda frente a él, completamente a su merced, sin posibilidad de hacer nada, solo pensarlo me moja. Pero hoy tiene la guinda del pastel: para aumentar aún más mi patada, me saca un poco. Ahora estoy completamente a mi merced y espero ansiosamente lo que pueda suceder.